El éxito la Octava Sinfonía de Mahler en Chile probó que no hay nada más masivo que la música clásica: nos casamos con Wagner y Mendelssohn, despertamos con Edvard Grieg, lloramos a nuestros muertos con Chopin.
Seguir leyendoEl éxito la Octava Sinfonía de Mahler en Chile probó que no hay nada más masivo que la música clásica: nos casamos con Wagner y Mendelssohn, despertamos con Edvard Grieg, lloramos a nuestros muertos con Chopin.
Seguir leyendo