El asesinato de Mónica Briones, en 1984, fue el primer crimen de lesbodio registrado por la justicia chilena. Este caso y su recuerdo ha movilizado a las disidencias sexuales a reconstruir su memoria reciente y a preguntarse por cuántas otras muertes cometidas contra homosexuales y trans ocurrieron durante —o por— la dictadura.
Seguir leyendo