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La Convención en ocho libros

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La Constituyente, de Jorge Baradit

“El reportero de un canal de tv me pidió unas palabras, se emocionó y al cerrar la nota me abrazó y me deseó toda la suerte del mundo… éramos los mismos de La Libertad guiando al pueblo” (24). Así describe el escritor Jorge Baradit su recorrido el 4 de julio de 2021 al edificio del Congreso en Santiago para asumir como convencional por el distrito 10. El título y organización del libro evocan un enfoque informativo que se diluye entre anécdotas jugosas y el ensimismamiento del autor en su rol de convencional. El texto transpira consciencia del lugar que el autor estaba ocupando. Demasiada, tal vez. “Sabía que estaba poniendo mi trabajo, mi credibilidad y todo mi capital profesional en la parrilla” (18). El relato está teñido de cierta ingenuidad para afrontar el ejercicio de la política, lo que se refleja en frases como “Debimos haber entendido con mayor rapidez que no nos representábamos solo a nosotros mismos” (32) o “Fuimos torpes e ingenuos” (142).

La Constituyente, de Jorge Baradit, Penguin Random House, 120 páginas.

Secreto constituyente. Diario de una convencional, de Carol Bown

En este libro, la abogada y exconvencional de la UDI comparte material que, durante el funcionamiento de la Convención, escribió en un blog anónimo que  alimentó periódicamente. Con un tono irónico y particularmente escéptico, cuenta la trastienda del proceso con especial énfasis en los errores. La autora es sistemática y meticulosa en el relato, pero la prosa y el estilo evocan a ratos un diario de vida atiborrado de adjetivos e imágenes pueriles. El relato alcanza el paroxismo cuando compara el peso de Marinovic con Labraña para especular quién ganaría si se enfrentan a golpes (134). Secreto constituyente remata con una entrega de premios, como en un anuario escolar. Corona a los más malos, a los 1313 (sic) y a la más buenamoza, entre otros. La edición del texto no es pulcra, usa mayúsculas al azar y acumula un puñado de errores ortográficos, provocados seguramente por el ahínco de publicarlo antes del plebiscito de salida. Pese a esto, Bown anuda importantes períodos de la Convención que permiten entender su funcionamiento y errores, tanto en lo individual como institucional. Libro obligatorio para entender el proceso.

Secreto constituyente. Diario de una convencional, de Carol Bown. Autoedición, 161 páginas. 

El fracaso. Cómo se incendió la Convención, de Renato Garin

Se trata del íntimo —y críptico— relato del abogado y exconvencional sobre el proceso constituyente. Desde sus albores, Garin registró y sistematizó la caída —sin auge— de la Convención, que arrancó con vicisitudes y terminó naufragada, según el autor. Es una crónica en primera persona, con un lenguaje que flirtea con lo leguleyo y lo irónico a través de una bitácora constituyente con apariencia de novela. Garin relata que mutó velozmente del entusiasmo al letargo. Tras la caótica instalación del órgano, el abogado se atavió con un polerón con capucha y asistió a gran parte de las sesiones del órgano vía remota, desde su casa o en un cine porno, detalla.

Garin relata las “funas”: la exclusión a los convencionales de las derechas y las refriegas entre los integrantes del órgano, incluidos sus desencuentros personales. Acusa conciliábulos para orientar temas y lo que llama “una monarquía indígena”: los escaños reservados, dice, “son figuras fundamentales del régimen interno de la Convención. Todos, todas, todes hacemos genuflexiones ante ellos, ante su dolor y ante su memoria” (101).    

El fracaso presenta perfiles a través del catalejo de Garin. Según él, Jaime Bassa tiene avidez de poder, ínfulas de superhéroe (33) y es “guaripola de los poetas” (119); Ricardo Montero sería un “winner con las féminas” (71); Adolfo Millabur, “un rey (…), un monarca de piel café, pelo negro azabache y gesto adusto” (100); Rocío Cantuarias, la “más sobria y guapa, aunque astuta y persistente” (147), y a Bárbara Sepúlveda la redujo a una mujer de piernas largas “como los discursos de Fidel” y “un hacha para generar adeptas” (89), entre otros epítetos. El libro aborda facetas que enriquecen el debate sobre el funcionamiento interno de la Convención, como el detalle de los presupuestos de los convencionales; la conformación de las distintas comisiones y su funcionamiento, o el infructífero uso del tiempo debido a los extensos debates, incluido el segmento “temas emergentes”, que sirvió para que los convencionales discursaran sobre cualquier tópico, desde la propagación del VIH hasta Afganistán.

El fracaso es un peaje obligatorio para entender el funcionamiento de la Convención desde el prisma de un convencional excluido, frustrado y encolerizado, la combinación perfecta para obtener un relato sin filtro del proceso.

El fracaso. Cómo se incendió la Convención, de Renato Garin. Catalonia, 191 páginas.

Las damas de hierro: Rocío Cantuarias y Teresa Marinovic, de María José Olea

Este libro une dos extensas entrevistas a las exconvencionales realizadas por Olea, quien ofició de asesora de ambas. Las preguntas no se centran en la Convención, sino que se extienden a otros tópicos como la infancia, la maternidad o su percepción sobre las izquierdas. En el libro, Marinovic justifica sus intervenciones en la Convención y Cantuarias confiesa que postuló para ser convencional como una reacción al miedo que sintió tras la revuelta social. Ambas acusan un aire de venganza de los convencionales. El libro está adornado por una decena de performáticas fotografías de las entrevistadas en papel couché. Es comercializado por la Fundación Nueva Mente presidida por Marinovic y que tiene a la venta merchandising, incluyendo unos tazones con la foto de la exconvencional y su cartel de “visti-puntos”.

Las damas de hierro: Rocío Cantuarias y Teresa Marinovic, de María José Olea (2022). Editorial Biblioteca Americana, 217 páginas.

Leer antes de votar, de Marcela Cubillos

El propósito de este texto fue incidir políticamente. La buena pluma no es lo esencial, sino el lenguaje directo. Está disponible para descarga gratuita desde antes del plebiscito de salida. Construye su argumentación a partir de un corpus de regulaciones nacionales e internacionales, estudios (no solo elaborados por think tanks de derecha), una exhaustiva revisión de prensa y una pormenorizada versión comentada de la propuesta de nueva Constitución. El argumento no se estructura siguiendo el orden del borrador propuesto, sino que se organiza en torno a los tres ejes (capítulos) más problemáticos para Cubillos y su equipo: la plurinacionalidad, los ejes principales en los debates de cada comisión temática y la (ausencia de) participación popular en el proceso. Como documento de incidencia política, el despliegue argumentativo decanta en un decálogo para justificar el rechazo al borrador. Ahí despliega lo valorativo: acusa una constitución indigenista, revanchista, autoritaria, que amenaza el derecho a la propiedad y frena el desarrollo, entre otras características que se le atribuyeron al borrador.

Leer antes de votar, de Marcela Cubillos, Ediciones Universidad Central, 278 páginas.

Una inventora de palabras escribe una Constitución. Un perfil de Elisa Loncon, de V. A. Mojica

Este perfil de la doctora Elisa Loncon cuenta con su venia, lo que ofrece ventajas y puntos ciegos que, esperamos, otras crónicas aborden en el futuro. Es una narrativa que no escudriña en los traspiés que cualquier dirigente tiene en el ejercicio de su liderazgo, como por ejemplo los roces con los representantes de otros pueblos originarios o el distanciamiento entre Loncon y la machi Francisca Linconao. No es en los recovecos del conflicto por donde transita este libro. Eso permite asomarnos a algunos espacios y momentos privados e íntimos de Loncon, como su infancia y adolescencia en Traiguén y el racismo estructural en el que creció; sus estudios universitarios y su activismo político en Temuco. También el fallecimiento de su madre cuando recién asumió como presidenta de la Convención y la figura fantasmal de su hija, también fallecida. Algunos pasajes son en primera persona singular; otros, caen en ciertas exageraciones e idealizaciones. Es difícil hallar voces que reconozcan cómo y cuánto la Convención corrió los límites, a pesar de la derrota del plebiscito de salida, y es refrescante mirar ese lado de la moneda: “Si perdemos”, dice el historiador Fernando Pairicán, “no perdemos nada, porque no tenemos nada” (69). Se avanzó pese a la derrota, dice Loncon a Mojica (119).

Una inventora de palabras escribe una Constitución. Un perfil de Elisa Loncon, de V. A. Mojica, LOM Ediciones, 120 páginas.

Apuntes de un constituyente, de Agustín Squella

Hay cierto reposo y aplomo en los apuntes de Squella en revisar su experiencia como constituyente. Ofrece una foto fresca y compleja del año de funcionamiento de la Convención. Cuando las palabras de reconocimiento al proceso son escasas, Squella hilvana un tejido más tupido y colorido. Dice que aprendió mucho: “hubo que escuchar, hacer nuevas lecturas, poner atención, sin bloquearse solo porque en uno u otro momento del trabajo algunos constituyentes exageraban” (77). Hay pasajes que ilustran los momentos más bochornosos, así como los puntos altos. Pero no hay un afán por desclasificar secretos o cobrar facturas pendientes. Squella llevaba dos cuadernos: uno para el trabajo de la Convención y otro para registro personal. “Me vino bien tomar notas durante la Convención e iniciar la escritura de los fragmentos que componen este libro… es probable que haya postulado a la Convención solo para escribir este libro”(153), cierra el texto. Se agradece un enfoque sobrio, con más dudas que certezas.

Apuntes de un constituyente, de Agustín Squella, UDP, 170 páginas.

Bonus Track: La Convención Constitucional de Chile. Origen, orgánica, estatutos y procedimientos

Quien quiera familiarizarse con las características básicas de la Convención Constituyente, sus procedimientos y funcionamiento, así como los ejes del texto de nueva constitución que propuso, sugerimos consultar este texto que tiene el enorme valor de haber sido publicado al calor del proceso, a fines de 2021, y con la distancia necesaria, también, para vulgarizar en el mejor de los sentidos una estructura y ciertos procesos que eran difíciles de seguir en tiempo real. A modo de manual, y organizado en cuatro secciones, el texto sumariza el origen de la Convención, la orgánica con la que funcionó, el estatuto de los convencionales constituyentes y los procedimientos para formular normas constitucionales. El prólogo está firmado por quien fuera el primer vicepresidente del órgano, Jaime Bassa. La introducción y el capítulo 1, sobre todo, sintetizan las distintas reformas constitucionales en la historia republicana chilena y los antecedentes y fundamentos que derivaron en el proceso de 2021-2022.

La Convención Constitucional de Chile. Origen, orgánica, estatutos y procedimientos, de Contreras, P.; Lovera, D.; Ponce de León, V. & Salgado, C. Tirant Lo Blanch, 189 páginas.