Skip to content

Adriana Ampuero

(Insulares e Independientes) Distrito 26 – Región de Los Lagos

Mis principales recuerdos de los primeros días son los cantos y gritos de la gente que fue junto a nosotros desde Plaza Dignidad hasta el ex Congreso Nacional, como símbolo del acompañamiento que realizarían a sus representantes populares y al proceso en general. Nuestra primera dificultad fue sesionar. Parecía mentira que no estuvieran las condiciones mínimas para el funcionamiento después de tantos meses de preparación. Era la señal más patente de que esto no era de consenso para los poderes constituidos y de lo difícil que sería todo el proceso.

Las anécdotas más divertidas venían de los convencionales de zonas aisladas y extremas, de los extensos viajes que tuvieron que hacer para llegar hasta ahí, algunos por mar y tierra, otros que no podrían volver a sus territorios durante todo el proceso por las condiciones sanitarias derivadas de la pandemia. Les comenté a mis compañeros que no podría acostumbrarme jamás a la capital, que no me gustaba la idea de acomodarnos en el Ex congreso ni en Palacio Pereira. Semanas más tarde me convertiría en la coordinadora de la comisión de descentralización y organizaríamos junto a Cristina Dorador y 17 convencionales de regiones, el primer despliegue territorial de la Convención.

El significado de ser parte de este proceso estuvo claro desde el primer día en que salí a marchar por una nueva Constitución en octubre de 2019. Este proceso democrático y deliberativo es lo más relevante que ha ocurrido en los últimos 40 años del país, para mí representa una instancia que se debe defender a fuego, una instancia para buscar la anhelada justicia y dignidad por la cual luchamos nosotros y nuestros antepasados, para hacerlo junto a la gente y no entre cuatro paredes.

El choque entre las expectativas y la realidad es entender en la práctica, que tanto los poderes constituidos como los partidos del orden, la prensa y las elites políticas y económicas de este país no solo no comparten la creación de una nueva constitución (que era de esperarse) si no que se empeñaran en entorpecer el proceso constituyente.

Para mi territorio es prioritaria la descentralización efectiva, y por ende, lo es también para mí. Buscamos avanzar en autonomías políticas, económicas, tributarias, fiscales y legislativas que le otorguen a los territorios la posibilidad de salir del olvido y la invisibilización, para poder tomar decisiones pertinentes a sus realidades.