El cerebro y la máquina

La tecnología ha llegado tan lejos, que hoy es posible que una persona que ha perdido capacidad de movimiento pueda recuperarla gracias a las interfaces cerebro-máquina (ICM). Se trata de sistemas que conectan este órgano con dispositivos externos, como es el caso de un brazo robótico. Sin embargo, su complejidad desafía cualquier algoritmo.

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