"La pintura lleva en sí misma la esencia del movimiento en su superficie y ofrece a quien se preste a observarla una danza, un baile pactado al momento mismo en que se cruzan las pinceladas".
"Es preocupante que el mundo digital sea campo fértil para instaurar discursos y prácticas afectadas por esta desinformación, que en muchos casos es ejercida incluso, y de manera preocupante, por actores de la esfera política", escribe la Senadora universitaria Daniela Lavín.
Las garantías académicas dejan de ser herramientas neutrales y se convierten en espacios de disputa, reflejando las desigualdades y tensiones propias del entramado universitario.
"Al desnaturalizar fenómenos propios de la era digital (...) se destapa un horror adyacente a la digitalidad, que no responde a las fantasías apocalípticas de la ciencia ficción, sino más bien a la inquietud que nos genera desconocer qué existe al otro lado de la pantalla", escribe Rayén Díaz, estudiante de Teoría e Historia del Arte de la U. de Chile.