Por la oscuridad que nos lleva

En sus años universitarios, el escritor Mario Verdugo analizó los discursos de los 90 y se encontró con un personaje: Nadie. “Nadie puede estar en desacuerdo”, “Nadie puede marginarse”. “Las palabras y las cosas nos las entregaban ya cortadas tanto en la tapa de los casetes como en el living de los tíos”, recuerda.

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