Su obra novedosa renovó la poesía de su tiempo y dio origen a una nueva teoría estética: el creacionismo. Hoy se le considera uno de los vanguardistas más influyentes del primer tercio del siglo XX.
En su poesía conviven “el agitador lingüístico y el poeta amoroso, el incisivo aforista y el relator metafísico, el mago y «el presentador de la nada», la voz mesiánica y la irónica, manifestada esta última en la irrupción de una risa que Huidobro abrió para siempre en la poesía chilena”, escribe Vicente Undurraga en el prólogo de Poesía reunida (Lumen), el último libro publicado sobre esta figura esencial de la literatura hispanoamericana del siglo XX. Su obra novedosa renovó la poesía de su tiempo y dio origen a una nueva teoría estética: el creacionismo, una corriente que instaló la idea de que las imágenes poéticas “debían valer por sí mismas y no por su similitud o referencia a la naturaleza o a lo ya existente” y que las palabras debían ser llevadas al extremo de su expresividad. Hoy se le considera uno de los vanguardistas más influyentes del primer tercio del siglo XX.
Luego de asistir a colegios de élite, Vicente García-Huidrobro Fernández, nacido en el seno de una familia aristocrática, realizó estudios de literatura en el antiguo Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, los que no completó. Sus viajes constantes a Europa —vivió en ciudades como París y Madrid— le permitieron vincularse con importantes miembros de las vanguardias artísticas de ese continente, razón por la que se le llegó a llamar “el poeta francés nacido en Chile”. Fue amigo de Guillaume Apollinaire, Pablo Picasso, Jean Cocteau y Tristan Tzara, y en su paso por Francia participó en el movimiento surrealista, con el que quebró para fundar el creacionismo, de gran influencia en el ultraísmo hispanoamericano y cuya obra fundacional fue El espejo de agua (1916).
Esos aires revolucionarios con lo que sacudió la literatura también remecieron a la juventud chilena, la que vio en él una figura rebelde y subversiva. En 1925, a los 33 años, aceptó ser candidato a la presidencia de Chile, tras recibir la propuesta por parte de la Convención de la Juventud Chilena, evento que reunió a gran parte de las juventudes universitarias y secundarias de Santiago, entre ellas, la Federación de Estudiantes de Chile (FECh). En el afiche de su candidatura se leía: “Vote por Vicente Huidobro, candidato de la juventud. El único que ha demostrado amar al pueblo”. El poeta perdió las elecciones ante Emiliano Figueroa.
Esto, según detalla el antropólogo Yanko González, lo lleva a capitalizar el espíritu de la época y se transforma en un polemista radical. Luego, “vendrá su militancia comunista y sus reflexiones generacionales: ‘El país no tiene más confianza en los viejos, no queremos nada con ellos (…). Entre los hombres de ayer sin más ideales que el vientre y el bolsillo, y la juventud que se levanta pidiendo a gritos un Chile nuevo y grande, no hay tregua posible. Que los viejos se vayan a sus casas”, escribió en 1925 en uno de sus artículos políticos más conocidos, “Balance patriótico”.
Huidobro escribió más de una treintena de obras, entre las que destacan Mío Cid Campeador. Hazaña (1929), Altazor (1931) y Temblor de cielo (1931). Murió en 1948, a los 54 años. En 2008, la Universidad de Chile, junto a la Fundación Vicente Huidobro, creó la Cátedra Vicente Huidobro, con la que se busca estudiar, propagar y difundir la obra del poeta y la poesía chilena e internacional. En su tumba se lee este epitafio: “Aquí yace el poeta Vicente Huidobro / Abrid la tumba / Al fondo de esta tumba se ve el mar”.
Fuentes:
«“Que los viejos se vayan a sus casas”. Juventud y vanguardias en Chile y América Latina». Yanko González. En: Movimientos Juveniles. De la globalización a la antiglobalización. Feixa, C.; Costa, C.; Saura, J.R. (Eds.), Ariel, 2002.
«Carta a la Federación de Estudiantes Universitarios. Vicente Huidobro». En: Espiga. vol. 3, 1925. Primavera.
«Vicente Huidobro, el vanguardista padre del creacionismo literario». Alberto López, 2020. En: https://elpais.com
Poesía reunida. Vicente Huidobro. Prólogo de Vicente Undurraga. Lumen, 2021.