Este viernes 7 de julio vence el plazo para participar en los Diálogos Autoconvocados y la Consulta Ciudadana, y para apoyar las iniciativas populares de norma, tres de los mecanismos de participación ciudadana del proceso constituyente. Participar es una responsabilidad con el futuro de Chile, ya que “estamos hablando de un pacto político-social que pretendemos que nos acompañe en las próximas décadas y, por lo tanto, es la decisión más importante que puede asumir una comunidad política”, advierte Claudio Troncoso, integrante de la Secretaría de Participación Ciudadana.
Fotografía: Alejandra Fuenzalida
«Si estamos todas y todos, será de todas y todos». La invitación que ha hecho el nuevo proceso constitucional a las y los ciudadanos chilenos a través de una extensa campaña comunicacional es clara y tiene un cariz de urgencia. Para que este nuevo proyecto pueda ser de todos, es necesario informarse, involucrarse y participar, y aún hay tiempo para hacerlo. Los dos mecanismos de incidencia en los que todavía hay plazo para inscribirse y opinar, Diálogos Autoconvocados y Consulta Ciudadana, y el tercero relativo al apoyo a la iniciativas populares de norma que también vence este viernes 7 de julio, requieren que las prácticas democráticas vuelvan a los territorios para conocer qué espera la mayoría de los chilenos y chilenas del texto que se discutirá en un par de semanas más.
Estas iniciativas, junto con las Audiencias Públicas, son los mecanismos dispuestos por la Secretaría de Participación para que la ciudadanía plantee, ya sea como persona natural o como organización, sus inquietudes, propuestas y observaciones sobre el anteproyecto de la Comisión Experta frente al Consejo Constitucional. Participar y hacernos parte de este proceso es fundamental para que el texto final nos refleje y nos permita avanzar como comunidad. Por ello, las personas y las organizaciones sociales están llamadas a informarse y a dar su opinión, para que su voz se escuche en las deliberaciones en torno al proyecto de constitución que será sometido al plebiscito de salida el 17 de diciembre del presente año.
Lograr estos niveles de participación e involucrar a la ciudadanía son desafíos que se plantearon desde el comienzo de este proceso. Por esta razón, se creó la Secretaría Ejecutiva de Participación Ciudadana, un organismo que, al alero de la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica —en colaboración con todas las instituciones de educación superior acreditadas en el país—, busca recoger la voz ciudadanía y facilitar las condiciones para que esta sea considerada en el debate. A través de los tres mecanismos descritos, la Secretaría ha potenciado la participación mediante la realización de diálogos ciudadanos, cuyos resultados sistematizados permitirán al órgano electo conocer las necesidades de quienes participen en esos encuentros. Los testimonios y propuestas que surjan de las audiencias públicas y de las solicitudes de enmienda al anteproyecto son también una vía para conocer otras realidades y demandas provenientes de distintas comunidades y sectores sociales.
Para garantizar esto, la Secretaría de Participación se propuso llevar el proceso constitucional a todos los rincones del país. De aquí que se haya dispuesto de encuentros telemáticos en plataformas de comunicación por vía remota que permiten llegar a aquellos lugares donde se hace más complejo trasladarse y para alcanzar también a quienes tienen problemas de desplazamientos. La consulta virtual está optimizada para distintos tipos de dispositivos, mientras que el voto por una iniciativa popular de enmienda se hace en línea y con clave única, y las audiencias, a su vez, pueden ser virtuales para quienes lo requieran.
Las universidades participantes en este proceso han puesto a disposición sus instalaciones y avances tecnológicos, y sus comunidades han sido protagonistas y facilitadoras de estos cuatro mecanismos. Cualquiera sea el método de incidencia que se elija, lo importante es que todas las voces y opiniones estén presentes en el proceso constitucional y que la ciudadanía pueda levantar su voz para no quedarse fuera de este momento histórico. Estamos hablando de la constitución, de un pacto político social que pretendemos que nos acompañe en las próximas décadas y, por lo tanto, es la decisión más importante que puede asumir una comunidad política en un país.
Si no incidimos hoy en la construcción de la futura constitución chilena, teniendo todo a nuestro alcance para hacerlo de forma informada y respetuosa, no nos debería sorprender lo que resulte de la deliberación. El llamado es a levantarnos como una sociedad consciente y responsable, pues son las futuras generaciones las que sentirán el impacto de nuestra participación. De aquí que sea fundamental fomentar la voluntad de diálogo y el acceso a información de calidad sobre el articulado. Si estamos todas y todos, la constitución será de todas y todos. Esa es la convocatoria y las puertas están abiertas.
Para más información, visita https://www.secretariadeparticipacion.cl/
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