Somos tan primos de una levadura como de una planta. Quizás esa mirada —que debería infundir respeto, humildad y asombro— nos puede ayudar a entender la interrelación entre especies
Somos tan primos de una levadura como de una planta. Quizás esa mirada —que debería infundir respeto, humildad y asombro— nos puede ayudar a entender la interrelación entre especies
Los seres humanos somos propensos a tener desajustes hormonales. Aunque popularmente suelan relacionarse más con las mujeres —sobre todo en términos negativos—, las hormonas son fundamentales para mantener el equilibrio en numerosos procesos del cuerpo.
Visiones más antiguas del sistema inmune reducen su quehacer a atacar lo extraño y tolerar lo propio, pero no todo lo extraño es malo y no todo lo propio es bueno.
Los seres humanos somos propensos a tener desajustes hormonales. Aunque popularmente suelan relacionarse más con las mujeres —sobre todo en términos negativos—, las hormonas son fundamentales para mantener el equilibrio en numerosos procesos del cuerpo.
Visiones más antiguas del sistema inmune reducen su quehacer a atacar lo extraño y tolerar lo propio, pero no todo lo extraño es malo y no todo lo propio es bueno.