Nacida en Temuco en 1983 y radicada en París, Christiane Pooley es una de las artistas chilenas más destacadas en el extranjero. En junio debutó en la prestigiosa galería Perrotin de Nueva York con Imaginary Country.
Seguir leyendoLa consagración de Janet Toro
La obra de la artista, perteneciente a la generación posterior a la Escena de Avanzada, había sido invisibilizada hasta que en 2017 la exposición colectiva internacional Radical Women la sacó a la luz. Hoy, tras 40 años de trayectoria, Toro realiza su primera retrospectiva en Chile, en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Seguir leyendoSheroanawe Hakihiiwe. El yanomami que conquistó el mundo del arte
En los 90, el yanomami Sheroanawe Hakihiiwe se convirtió en artista y ahora su obra se exhibe en centros del arte mundial como la Bienal de Venecia, el Museo de Arte Reina Sofía y el MoMA de Nueva York. Por primera vez en Chile, el Museo de Arte Contemporáneo presenta su trabajo en la exposición Thapiri / Sueño.
Seguir leyendoLa cultura de la queja 2.0
La idea de una «guerra cultural», que sonó fuerte en Estados Unidos en los años 90, vuelve a escucharse en un país que parece cada vez más polarizado. En el ámbito del arte, se ha manifestado de forma evidente, advierte Christian Viveros-Fauné.
Seguir leyendoUn libro a vela
Bajo el signo mujer. Exposiciones de artistas chilenas 1973-1991, de Mariairis Flores Leiva, propone una emancipación de la mirada, el pensamiento y la escritura frente al concepto de «mujer» en el arte.
Seguir leyendoLa crítica y el entusiasmo
Graciela Speranza es una de las críticas culturales argentinas más importantes de la última década. Una experta en descubrir relaciones inéditas entre el arte contemporáneo y la literatura. En sus textos críticos, dice, el disenso es un estímulo para defender aquello que la entusiasma.
Seguir leyendoCamnitzer contra sí mismo
En 1969, los artistas Luis Camnitzer y Liliana Porter, referentes del conceptualismo latinoamericano, expusieron por primera vez en Chile.
Seguir leyendoEl odio en el cuerpo
La figura de Carlos Leppe, pionero de la performance en América Latina, es protagónica en la historia del arte reciente. A casi una década de su muerte, la potencia de sus obras sigue intacta, como lo demuestra la exposición «El día más hermoso».
Seguir leyendo“¡Empezaron a bombardear La Moneda!”
En la obra “Dos minutos y medio para el mediodía del 11 de septiembre de 1973”, el artista Fernando Prats hace del humo un recurso conceptual y estético para representar la desmesura contenida en el bombardeo a La Moneda.
Seguir leyendoMatilde Pérez (1916-2014)
“Yo funciono para el que quiera conocerme. El que no quiera, está bien. No tengo responsabilidades con nadie. Nunca me he preocupado si en Chile me reconocen”, dijo Matilde Pérez en 2012, año en que por primera vez se le dedicó una exposición a gran escala, en la Fundación Telefónica. Matilde x Matilde, en la que se exhibieron más de 70 obras de la artista nacida en Santiago, saldó una deuda que la escena del arte tiene con un sinfín de mujeres creadoras que, como ella, fueron marginadas y han sido “redescubiertas” en sus últimas décadas de vida. Pionera del arte cinético y el op-art en América Latina, audaz en sus exploraciones de nuevos lenguajes visuales e innovadora en el uso de materiales, Pérez instaló desde la década de 1960 un estilo transgresor en un ambiente artístico que reaccionó a su propuesta, en gran medida, con incomprensión e indiferencia.
A pesar de esa ingratitud —que, entre otras cosas, se tradujo en que nunca recibió el Premio Nacional de Arte— a Matilde Pérez nunca le importó demasiado la falta de interés local en su trabajo, y se dedicó a lo único que le importaba: crear y experimentar con técnicas que le permitieron explorar posibilidades ópticas, cinécticas y táctiles; una pasión que comenzó luego de pasar un año en París, donde creó lazos con el artista húngaro Victor Vasarely, padre del op-art, y con el Group de Recherches d’ Art Visuel (GRAV), del argentino Julio Le Parc, quienes la impulsaron a investigar los efectos visuales en soportes como pintura, collage, instalación, mural o escultura, integrando incluso recursos como motores y circuitos eléctricos.

“La trama de su aventura artística recorre las fronteras entre arte y ciencia”, explica en el libro El universo expandido de Matilde Pérez Arturo Cariceo, artista y académico de la Universidad de Chile, lugar en el que también estudió Pérez, y al que ingresó en 1939. En la entonces llamada Escuela de Bellas Artes, no solo fue alumna de Pablo Buchard y de Laureano Guevara —de quien fue ayudante varios años—, sino también se convirtió en profesora de la cátedra de iniciación de Dibujo y Pintura, en los años 50. “(A los alumnos) les exigía y los tonteaba duro y parejo para que dejaran la tontera a un lado. Es indispensable porque si no, creen que se la pueden y no se la pueden para nada”, dijo la artista en una entrevista. Más tarde, en 1975, fue una de las creadoras del Centro de Investigaciones Cinéticas en la Escuela de Diseño de la Universidad de Chile.
Varias de sus obras fueron instaladas en el espacio público, entre ellas, el túnel cinético que creó para el Instituto Chileno-Norteamericano (1970) y su famoso mural para el Apumanque (1982), hoy resguardado en la U. de Talca. En 2007, fue parte de la muestra Cinético(s), en el Museo Reina Sofía, de España, donde también se exhibieron trabajos de Marcel Duchamp, Salvador Dalí y Victor Vasarely. Su legado, en palabras de Cariceo, fue explorar, durante más de 70 años, “los modos de hacer sentir al espectador que hay otro mundo más allá de la realidad, de la objetividad”.
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Fuentes:
El universo expandido de Matilde Pérez, de Arturo Cariceo. Editorial Universitaria, 2005.
“El mundo de Matilde Pérez”, entrevista de Isis Díaz, 2007. En: artes.uchile.cl
“Muere la artista visual Matilde Pérez, pionera del arte cinético chileno”, nota de Jorge Letelier, 2014. En: latercera.com