Perturbaciones multiescalares

El difundido proverbio “el mapa no es el territorio” ha supuesto no solo reconocer las distancias entre abstracción mental y realidad empírica, sino además hacer del mapa un paradójico asunto de límites infinitos. Frente a ello resulta esencial considerar la escala que ocupa el observador, como también mirar de forma crítica las escalas del conocimiento.

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