Días perfectos (2023), de Wim Wenders
¿Es posible que una película sobre un limpiador de WC se llame Días perfectos? Lo es, sobre todo si la historia ocurre en Tokio, donde los baños públicos son obras de arte diseñadas por arquitectos como Tadao Ando, Kengo Kuma y Shigeru Ban, todos ganadores del Premio Pritzker, algo así como el Nobel de la arquitectura. Hirayama, el protagonista, es un sesentón que vive una vida monacal llena de pequeños rituales, en que apenas cambian los libros que lee cada noche (William Faulkner, Patricia Highsmith, Aya Koda) y los casetes que escucha en el trayecto al trabajo (Lou Reed, Patti Smith, The Kinks). Limpia los baños con una dedicación absurda —porque en dos segundos llegará alguien a ensuciar—, pero hay en ello un amor por el detalle, el trabajo bien hecho y, sobre todo, por el presente, que resulta envidiable. El título que eligió Wim Wenders es irónico, por supuesto: detrás de tanto ahora hay un olvido del pasado. Días perfectos deja muchas preguntas existenciales en el espectador —partiendo por cuál es el sentido de la vida—, pero también algunas más mundanas: ¿por qué son tan poco comunes los baños públicos? En Mubi y en cines.
–Evelyn Erlij
Ruido de fondo, de José Tomás Labarthe. LOM Ediciones, 2023
La música no es más que ruido organizado, dijo alguna vez Jarvis Cocker, el líder de la banda Pulp, como nos recuerda José Tomás Labarthe en las últimas páginas de este libro. En Ruido de fondo, el periodista, escritor, director de Ediciones UCM (Universidad Católica del Maule) y coautor de los libros de entrevistas a escritores chilenos La viga maestra (2019) y Jaguar (2021) continúa una vieja tradición que hermana poesía y música, y lo hace a través de notas poco estridentes, con soltura y swing, como diría el poeta Germán Carrasco. Los poemas, crónicas y versiones de canciones aquí reunidos destacan por su estilo llano, su tono conversacional y un fraseo narrativo. El conjunto, organizado como un álbum doble y acompañado por sobrias fotografías de Elde Gelos, gira en torno a ciertas imágenes (una casa, una carretera) y temas transidos de nostalgia. Labarthe explora los sinsabores de la vida cotidiana, las fantasías y recuerdos personales que actúan como ese ruido de fondo que, en palabras de John Keats, “obliga a quien lo escucha a pensar en las cosas que han sido y que serán”.
–José Núñez
Rostro de Chile. Exposición de la Universidad de Chile. 1960, en el MAC Parque Forestal
Un día de 2013, el fotógrafo Domingo Ulloa tocó las puertas del Archivo Central Andrés Bello (AB) de la U. de Chile pidiendo acceso a algunas imágenes que tomó cuando era parte del desaparecido Servicio de Fotografía de la institución. Este hecho fortuito sería la clave para desentrañar el misterio de parte de los más de 70 mil negativos que custodiaba el Archivo y para identificar lo que se convertiría en uno de sus tesoros más importantes: Rostro de Chile, la exposición fotográfica más grande de la historia de nuestro país, cuyo material se creía perdido. El proyecto había sido pensado como parte de las celebraciones de los 150 años de la independencia de Chile y fue una proeza para la época: cuatro fotógrafos —Antonio Quintana, Roberto Montandón, Domingo Ulloa y Mario Guillard— debieron recorrer desde Arica a Magallanes para lograr las 410 imágenes que compondrían la exposición. Luego de años de trabajo —liderado por Andrea Durán, coordinadora de la Unidad Gráfica Digital del AB— y la publicación de un libro en 2022, una selección de la muestra llegó en enero de este año al zócalo del Museo de Arte Contemporáneo. Curada por Alejandra Araya, Daniel Cruz, Cristián Gómez y la misma Durán, está compuesta por 120 fotografías de gran formato y tres panorámicas de siete metros que muestran realidades y paisajes de Chile de mediados del siglo XX. Un imperdible. Hasta el 23 de junio. Entrada gratuita, cerrado los lunes.
–Sofía Brinck