20 mil cirugías y más de un millón de exámenes se realizan anualmente en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile (HCUCH). El “Jota Aguirre”, como se le conoce popularmente, guarda en su historia buena parte de las hazañas de la salud pública de Chile –incluidos el primer trasplante realizado en el país con donante cadáver (1966) y la primera cirugía intrauterina de Iberoamérica (1995) – y continúa, hasta hoy, imponiéndose en la vanguardia de la medicina de alta complejidad y siendo por lejos el centro de salud líder en la formación de especialistas médicos en Chile.
Por Francisca Siebert | Fotografías: Alejandra Fuenzalida
Miércoles 15 de octubre de 1952. El entonces Presidente de la República, Gabriel González Videla, junto al Rector de la Universidad de Chile, Juvenal Hernández, el presidente del Senado, Fernando Alessandri, el presidente de la Corte Suprema, Gregorio Schpeler, y el decano de la Facultad de Medicina, Alejandro Garretón, inauguraban el Hospital Clínico José Joaquín Aguirre de la Universidad de Chile –antiguamente San Vicente de Paul–, al tiempo en que celebraban el inicio de los trabajos de la nueva Escuela de Medicina, la misma que hoy se ubica en la comuna de Independencia.
“Estos dos actos son la expresión misma de lo que es la noblísima tarea de los profesionales que en este pedazo de Santiago, consagran su existencia al servicio público”, dijo en la oportunidad González Videla, a quien correspondió dar inicio a esta nueva etapa en la historia de la salud pública del país y de la Universidad de Chile.
Más de seis décadas han transcurrido desde entonces, y hoy el HCUCH se levanta como el centro de salud líder en medicina de alta complejidad y principal formador de capital humano avanzado en el área de la salud del país, siendo un referente nacional y latinoamericano con énfasis en el sector público. Esto, pese al difícil escenario que desde principios de los años ‘90 ha enfrentado, debido a la falta de apoyo de recursos públicos y al cese de un histórico convenio de prestaciones con el Ministerio de Salud, Minsal.
Con una infraestructura de 65 mil metros cuadrados construidos, el HCUCH cuenta con un personal conformado por 600 académicos y más de 3.700 funcionarios. Anualmente se realizan en el recinto más de 420 mil consultas, 20 mil cirugías y 1 millón de exámenes.
En los pabellones, salas y laboratorios del también llamado Hospital Escuela se han realizado intervenciones y procedimientos pioneros en Chile, como las primeras intervenciones quirúrgicas de laparoscopía diagnóstica, cirugía de corazón extracorpórea y reflujo gastroesofágico, entre muchas otras. Para los anales de la historia de la salud en Chile, el HCUCH tiene hitos de sobra, entre los que se cuentan el primer trasplante realizado en el país (1966), la primera Unidad de Cuidados Intensivos (1968), la primera cirugía intrauterina de Iberoamérica (1995), y el primer trasplante hepático (2002).
“Sin el Hospital Clínico, la salud pública en Chile sería otra y no tendríamos los altos estándares de calidad en salud que tenemos hoy”, asegura Rafael Epstein, Prorrector de nuestra Universidad.
Nuevas relaciones Minsal-U. de Chile
“Hemos venido al Hospital Clínico de la Universidad de Chile a compartir con todos ustedes una muy buena noticia para el Hospital, para la Universidad de Chile, para el Ministerio de Salud y, por tanto, para todos nuestros compatriotas. Y me refiero al traspaso desde el Ministerio de Salud a este Hospital Clínico de un poco más de 10 mil millones de pesos, para adquirir equipamiento y apoyar así el ‘Plan de formación de especialistas médicos’”, aseguró la Presidenta Michelle Bachelet el pasado 17 de octubre, oficializando la decisión del Gobierno de aceptar el Plan de Inversión propuesto en junio de este año por el Rector Ennio Vivaldi para el Hospital, e incluir en la partida presupuestaria 2017, una glosa para su financiamiento.
El anuncio de la Mandataria saldaba una de las preocupaciones del Rector Vivaldi durante su campaña para convertirse en la máxima autoridad universitaria, momento en que recogió esta sentida demanda de la comunidad de la U. de Chile.
“El apoyo que ahora tenemos de parte del Estado de Chile cumple 100% con el plan que presentamos. Nosotros propusimos proyectos de inversión en varios ámbitos de equipamiento para el Hospital que eran importantes, el Estado los evaluó todos como altamente rentables”, detalla Epstein, quien estima que hoy en Chile se está teniendo conciencia de que “hay una labor educativa, formativa y curativa, en organizaciones que son públicas y estatales, que se deben apoyar por el bien del país”. Sin ir más lejos, la propuesta de una inyección de recursos desde el Estado al “Jota Aguirre” tuvo una adhesión transversal dentro de la clase política, sumándose, entre otros, las voces de parlamentarios como Guido Girardi, Carlos Montes, Manuel José Ossandón, Karol Cariola, Juan Luis Castro y Francisco Chahuán.
Convencido de que esta inversión estatal de casi 11 mil millones de pesos viene a marcar un nuevo trato en la fracturada relación del HCUCH con el Minsal, el director del Hospital, Jorge Hasbun, destaca los esfuerzos de nuestro plantel que posibilitaron dar este giro. “La nueva política de la Universidad ha permitido reposicionar al Hospital frente a todos los entes de nuestra sociedad, frente al Ministerio de Salud, al Ministerio de Hacienda y a la comunidad en su totalidad, recuperando su rol como agente público de la salud de los chilenos, y con esta inversión que se hace para equipamiento, le permite mantener su alto estándar de enseñanza, docencia y formación de posgrado, al mismo tiempo que optimiza la calidad de su atención médica”.
Si existe alguna evidencia a nivel internacional, explica el Prorrector de nuestro plantel, es que los hospitales universitarios son entre 10% y 30% más caros que sus pares, y la explicación es muy clara: al cumplir una labor docente, la productividad de los doctores en labores curativas es más baja. Además, los hospitales clínicos, por su labor de investigación, toman casos más complejos y tienen especialidades más complejas, que no son del todo rentables. Por lo mismo, advierte Epstein, “estos hospitales universitarios son los que permiten que gente se salve después todos los días, por los avances en la ciencia y en la técnica”.
En línea con todos estos requerimientos, en la mayoría de los países de la OCDE los hospitales docentes son subsidiados por el Estado para cumplir con el rol formador de especialistas.
Capital avanzado en salud
En la actualidad, la Universidad de Chile, a través de sus cinco campus clínicos ubicados en la Región Metropolitana, forma un 54% de los especialistas médicos del país, de los cuales un 34% son formados en el Hospital Clínico.
El HCUCH contribuye además con el 40% de la oferta para la formación de subespecialidades complejas y es el único formador de especialidades como Oncología, Fisiatría e Inmunología.
Equipar y habilitar, entre otros, los centros de Imagenología, de Endoscopía Digestiva, de Simulación y Docencia, además de las unidades de Medicina Nuclear, Oftalmología, UCI Coronaria, UCI Pediátrica y Psiquiatría Infanto-juvenil, Telemedicina y Anestesiología, son parte del plan trazado por el HCUCH tras la obtención de los fondos estatales, en gran medida, para poder continuar su labor docente.
“Uno va a formarse al lugar donde esté el mejor equipo, porque esa es la exigencia de la medicina actual, y en ese sentido se requieren recursos técnicos que sean de última generación y que se deben estar renovando en el tiempo. Nuestros equipos, que están ya con un sobreuso y un desgaste, hacían imposible mantener los procesos docentes y de enseñanza en el nivel en que estamos acostumbrados”, afirma Hasbun, enfatizando la urgencia de esta inyección de recursos.
Gisela Alarcón, Subsecretaria de Redes Asistenciales del Minsal, es categórica: “Uno de nuestros pilares en la relación con la Universidad de Chile y en particular con el Hospital Clínico, es la formación de especialistas. El HCUCH es un hospital escuela, que hoy día forma especialistas necesarios para nuestro país”. Con esta inversión el Ministerio espera que aumenten en 830 los nuevos especialistas formados en el HCUCH en diez años, y se abran 50 nuevos cupos para la formación de especialistas para la atención primaria. Lo anterior ayudaría a disminuir la brecha de 3.800 especialistas que tiene el país en diversas áreas, permitiendo además al Estado reducir la compra de prestaciones AUGE al sector privado, lo que implicará un ahorro estimado del orden de 9 mil millones por año para el sector público.
Por otro lado, la institución también tiene entre sus planes avanzar en la capacitación de otros actores del mundo de la salud que juegan un rol relevante en el cuidado de los pacientes. “Los auxiliares de enfermería o los técnicos paramédicos, los cuidadores de adultos mayores, que están en miles de casas del país, requieren también una formación, y nosotros estamos pensando en crear una nueva estructura para ofrecer capacitación, tanto presencial como a distancia, a todos estos estamentos que tienen gran relevancia en ser un operador de salud”, enfatiza Domingo Castillo, director médico del HCUCH.
Además de la formación de especialistas, el trabajo de colaboración entre el HCUCH y el Minsal ha tenido un pronunciado énfasis en la telemedicina, herramienta que apunta a ofrecer servicios de salud mitigando las barreras impuestas por la distancia geográfica, el aislamiento y/o la incapacidad de desplazamiento de algunas personas, además de permitir un intercambio permanente de opiniones e información entre académicos de nuestra Universidad y otros especialistas internacionales de alto nivel.
Los esfuerzos que se han hecho para avanzar en este sentido no han sido pocos. A partir de septiembre de 2015 se inició el desarrollo del Proyecto Telemedicina, impulsado y auspiciado por la actual Rectoría, que implica una alianza entre el Centro de Informática Médica y Telemedicina de la Facultad de Medicina y el Hospital Clínico. En este contexto se han sucedido diversos hitos: la implementación del equipo de Telemedicina del HCUCH, dependiente de su Dirección Académica; la creación oficial del Centro de Informática Médica y Telemedicina, dirigido por el académico Dr. Steffen Hartel; la firma de un convenio específico de colaboración con el Minsal; y la adjudicación de proyectos de bien público Corfo, entre otros. “El desarrollo en este ámbito requiere una mirada de formación y vocación de excelencia de una institución, que combina la mirada publica con la agilidad del sistema privado enfocado en el bienestar de la salud de toda la población”, advierte Steffen Hartel.
Atención compleja
Desde que nace hasta su muerte, una persona en Chile podría tener toda la atención médica que requiere sólo en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile. “Atendemos a una mujer embarazada, luego asistimos su parto y al neonato –menor de 30 días–, tenemos un servicio de pediatría, atendemos a adolescentes, adultos y ancianos a través de la unidad de geriatría, que es lejos la más importante a nivel nacional, y hace un año que incorporamos al Hospital la Unidad de Cuidados Paliativos, enfocada en las personas que están muriendo”, detalla Castillo.
“El concepto básico acá es que la medicina está en constante evolución, en constante mejoría, y en aumento progresivo de la complejidad de sus procedimientos”, indica Hasbun.
Para el Decano de la Facultad de Medicina, Manuel Kukuljan, no hay medias tintas a la hora de calificar la labor “Jota Aguirre”, y lo sabe desde la experiencia de haber dejado en sus manos a miembros de su propia familia. “En general el Hospital es de una calidad extraordinaria, si bien tiene muchos déficit en torno a hotelería, comparado con el mundo privado. Yo confío en éste como el mejor hospital de Chile”, afirma el académico, quien advierte que esta fortaleza del HCUCH no se reduce a equipamiento y gestión, sino “a una cultura académica y profesional que se ha desarrollado en el Hospital, transmitida por generaciones, la cual se ha desarrollado muy poco en otros hospitales públicos”.
Una mirada similar tiene el Prorrector Epstein, quien afirma: “El Hospital Clínico está a la vanguardia de la medicina, forma a los profesionales más complejos, y ya cuando el asunto se complica, uno quiere estar ahí o quiere que lo atienda un profesional de ahí. Eso es valiosísimo, y nos une a todos los chilenos”.
Todas estas características del HCUCH son claves en el vínculo que el Minsal planea llevar adelante con la institución, dado el apoyo que requiere la red pública en la atención de pacientes complejos. “La colaboración entre ambos hospitales, y entre el Hospital Clínico y el resto de la red pública, es parte de lo que hoy nos convoca. Nosotros tenemos hospitales de nuestra red que están partiendo con prestaciones de alta complejidad, y de ahí nuestro interés, que el HCUCH genere un apoyo a nuestros centros, haga transferencia de conocimiento, de tecnología, nos apoye con telemedicina avanzada, y esas también son prestaciones que nosotros consideramos relevantes para esta integración funcional del HCUCH a la red pública”, releva la Subsecretaria de Redes Asistenciales.