La vitrina web • febrero

Cuentas alegres

En una sociedad donde todo se reduce al cálculo, la riqueza y las finanzas, una familia decide comprar un poeta. Como si se tratara de una mascota, debe alimentarlo y proveerle de accesorios, entre ellos, cuadernos, bolígrafos y libros. Con este argumento inusual, Afonso Cruz (Figueira da Foz, Portugal, 1971), escritor, ilustrador, músico y audiovisualista construye una novela llena de humor e ingenio. El autor, que ha incursionado en diversos géneros y publicado más de 30 libros, conduce a sus personajes por un arco que los lleva del escepticismo y la incomprensión —junto a un exceso de literalidad con resultados humorísticos—, al descubrimiento de la belleza y la creatividad: “Me di cuenta de que estaba cada vez menos utilista y que pensaba en cosas solo por su belleza y no quería saber de su valor monetario”, dice la protagonista, luego de pasar cada vez más tiempo con el poeta. Esta sátira, escrita en una prosa que se lee con avidez, es un elogio a la poesía y al valor de lo inútil.

—José Núñez. Vamos a comprar un poeta, de Afonso Cruz. Editorial Hueders, 2022, 96 páginas.

Memoria digestiva

La literatura joven argentina lleva años dando buenas sorpresas —ahí están Nadine Lifschitz, Ana Montes, Matías Méndez, Dolores Gil y un largo etcétera—, y en Chile tenemos la suerte de que haya editores con ganas de publicar a autores nuevos del otro lado de la cordillera. Está el ejemplo de Laurel, que reeditó Los sorrentinos, el primer libro de Virginia Higa (Bahía Blanca, 1983), una suerte de “memoria familiar gastronómica” entrañable sobre los Vespolini, la familia italiana que emigró a Argentina e inventó los sorrentinos, esas pastas rellenas hoy tan famosas y que bautizaron así en homenaje a su ciudad de origen, Sorrento. Una novela en tono de comedia (italiana, por supuesto) que, además de ser un pequeño espejo de la historia argentina del siglo XX, es un recordatorio hermoso de que la memoria familiar también se escribe desde y con el estómago, a punta de sabores, olores y recuerdos digestivos.

Evelyn Erlij. Los sorrentinos, de Virginia Higa. Laurel Editores, 2022, 168 páginas. 

Imaginarios generacionales

En Frágil, expuesta, la escritora y periodista chilena Romina Reyes (Santiago, 1988) entrega un nuevo registro, al explorar el lenguaje y el formato de la poesía. Luego de experimentar con el cuento y la novela en sus libros anteriores (Reinos y Ríos y provincias, respectivamente), la autora se aventura a narrar una serie de experiencias personales de los últimos años, en que la cotidianidad se mezcla con grandes cambios y procesos, aunque sin perder el énfasis en lo común. La migración, los feminismos, las drogas y el amor son algunos de los temas que Reyes aborda en el libro, el que, a pesar de ser una suerte de diario —y por ende, un compilado de apuntes que a ratos rozan lo íntimo y lo ordinario—, es también el reflejo de una generación atravesada por la incertidumbre y los miedos. Todo esto, en la voz de quienes están en la tercera década de vida, afrontando la adultez con su particular forma de vivir. Una lectura-espejo para muchos lectores jóvenes este verano.

Francisca Palma. Frágil, expuesta, de Romina Reyes. Ediciones Libros del Cardo, 2022, 82 páginas.

La vitrina web • enero

Las huellas del colonialismo

En sus tres décadas de historia, Teatro a Mil nos ha enseñado mejor que nadie que las artes escénicas pueden tomarse las calles. Y no solo a través de los espectáculos masivos de compañías como La Machine o Royal Deluxe, sino también con intervenciones en la ciudad, como ocurrió hace unos años con The Walks o AppRecuerdos, proyectos a cargo de los berlineses Rimini Protokoll. Siguiendo esa senda, este mes el festival presenta La mirada decolonial, de la compañía alemana Kampnagel, una experiencia digital al aire libre en la que el espectador, armado con su smartphone y audífonos, se sumerge de  forma original y sorprendente en las múltiples dimensiones del colonialismo, entre ellas, sus raíces y sus huellas —visibles e invisibles— en el presente. La dramaturgia está a cargo de Nadine Jessen y el chileno Mauricio Barría, que no por casualidad trabajó con Rimini Protokoll en el pasado y que, en esta ocasión, además estuvo a cargo de la realización sonora. Para participar, hay que inscribirse y bajar una aplicación desde decolonialgaze.com.

Evelyn Erlij. La mirada decolonial, capítulo 1: Salitre. Del 17 al 21 de enero en Santiago. Más info en teatroamil.cl

Retrato de los márgenes

El fotógrafo Max Donoso vivió años en Valparaíso sin tomar una sola foto de la ciudad, hasta que en 2014 descubrió un show callejero montado por un grupo de travestis en una plaza. A partir de ese encuentro, comenzó un trabajo de ocho años que culminó en la exposición Mar Negra, exhibida primero en Valparaíso y luego en Santiago. A través de un lente cercano que ofrece la ilusión de entrar en una intimidad ajena, las imágenes muestran fragmentos de las realidades del grupo de travestis, los integrantes de un circo y habitantes de una casa okupa. Donoso busca las marginalidades, aquellas personas de mundos precarios que existen fuera del sistema, “seres anónimos que constituyen un relato de dolor y belleza”, en sus propias palabras. La exhibición está compuesta por 57 fotografías análogas en blanco y negro, que él mismo revela y amplía en su taller en Valparaíso. La sala cuenta también con material audiovisual que complementa la exposición: uno es un montaje de registros personales de Donoso, hechos con su celular; y el otro es una pieza audiovisual realizada por la artista Klaudia Kemper.

Sofía Brinck. Mar Negra. En Galería Concreta, en el Centro Cultural Matucana 100. Hasta el 22 de enero, entrada liberada. 

La experiencia de vivir

El nombre de Vicente Undurraga es familiar para quienes leen las secciones de cultura y opinión en la prensa: ha escrito columnas —llenas de humor e ironía— en The ClinicQué PasaLa Tercera, y hoy es colaborador en las revistas SantiagoGuion Bajo y Eterna Cadencia. Como editor del sello Lumen, ha estado a cargo de libros de grandes poetas chilenos, como Vicente Huidobro, Enrique Lihn, Nicanor Parra, Verónica Zondek, Raúl Zurita y Elvira Hernández. Todo puede ser, su primer libro, está compuesto de diecisiete ensayos donde el eje de cada texto es un verbo en infinitivo —“en estado puro”, dice su autor—. Con un lenguaje llano, no exento de cierto lirismo, Undurraga escribe sobre la experiencia de vivir: sus frustraciones, excesos, contradicciones y vacilaciones. La observación casual, de carácter exploratorio, da paso hacia el final del libro a una reflexión profunda sobre la muerte, en un recorrido donde la capacidad de abdicar, la necesidad de tocar, el hábito de recaer, de reír y leer sugieren formas de “relacionarse sin rigidez con las ideas, los hechos y las personas”. 

—José Núñez. Todo puede ser, de Vicente Undurraga. Mundana Ediciones, 2022. 150 páginas.